Crítica musical: Sonic Highways (2014), de Foo Fighters

por Luis Casanova

Ocho canciones, grabadas en ocho ciudades distintas de Estados Unidos para el octavo disco de la banda. Bajo la producción de nuestro apreciado Butch Vig, lo nuevo de Foo Fighters provoca otro giro en su carrera musical. El sonido, sentimiento y fusión de sus tres últimos discos sirven de base al grupo de Dave Grohl para mostrar un lado experimental y más profesional del rock típico de la banda. Y no le sienta nada mal.

Después de tres singles a modo de bombazo nuclear, el disco ha resultado ser la confluencia de diversos estilos que los Foo ya habían exprimido anteriormente, pero añadiéndole un toque novedoso y, a la vez, conservando su esencia. Pero vamos a dejarnos de palabrería barata y pasemos al disco:

A partir del comienzo brutal con ‘Something From Nothing’, disparando riffs y descargando la voz de Dave como artillería pesada, la intensidad del disco desciende progresivamente para elevarse a modo de crescendo con ‘I Am A River’, despidiéndose lentamente. ‘The Feast and The Famine’ nos regala un estribillo y una velocidad al más puro estilo de The Hives, y ‘Congregation’ como tercer single nos avisa de que los Foo no han perdido sus breaks oscuros e inesperados. La canción doble ‘What Did I Do’/’God As My Witness’ es, quizás, lo que más desentone con el resto del CD y aún así consigue tener su chicha, ese algo que hace que no pases a la siguiente canción cuando comienza. En ‘Outside’ encontramos un desenfreno guitarril, menú acompañado de ecos tanto en voces como en guitarras, recordándonos a un ‘Stacked Actors’ pero mucho más alternativo. Lo más flojo del disco llega con ‘In The Clear’, que parece sacada del One By One (de parte más simple del disco, por lo menos), seguida de ‘Subterranean’, que se encarga de sacarle el jugo Folk a la banda.

Nos prometieron un disco alucinante, nuevo y que siguieran sonando a los Foo Fighters. Desde luego que lo han conseguido. No sólo han cogido lo que más gusta de sus discos y lo han metido en uno solo, sino que han trasteado y distorsionado ese toque Foo, convirtiéndolo en algo insólito. No es para nada un disco más en su carrera. Podría ser, de hecho, el inicio de una nueva etapa en su trayectoria y el final de la etapa que comenzó con Echoes, Silence, Patience & Grace. Sin duda, el disco mantiene el alma del grupo pero no el cuerpo. La banda ha evolucionado con cada disco que ha lanzado, y sería muy difícil (además de injusto) considerar el Sonic Highways como el mejor álbum que ha sacado la banda hasta ahora. Un grupo que ha producido obras maestras del rock alternativo actual, que tiene toda una cadena de singles exitosos y que ahora ha perdido el miedo a centrarse más en la música en sí y menos en sus raíces.

No, no es el mejor disco del grupo, pero podría haberlo sido perfectamente. Posiblemente, sea el más minucioso que tienen, así como el menos alternativo y más progresivo. En su conjunto, las composiciones se acercan más a un rock “de calidad”, pero sin buscar la perfección, ni mucho menos. En resumen, un “vamos a ver qué sale, pero sin pasarse” que ha servido para romper un poco con la línea Foo y para mostrar que estos chavales son todoterrenos a la hora de dar caña de forma distinta a la habitual.

3 comentarios en “Crítica musical: Sonic Highways (2014), de Foo Fighters

  1. Pablo Fernández Castro dijo:

    Creo que lo justo para este nuevo disco de mi banda favorita es tratarlo como lo que es: un homenaje a la música americana. Oigo a muchos fans del grupo diciendo que si el disco es una mierda, que si ya se están haciendo mayores, que si están perdiendo fuerza… es que este disco es lo que es y lo que ellos han querido que sea. A mí me fascinan muchas de las canciones del disco debido a la gran mezcla de sus anteriores discos que creo que hay en ellas (como muy bien habéis mencionado) y pienso que todas son una gran evolución de la banda. Personalmente, no es mi favorito de los Foo Fighters y sale mi parte de »tíos, haberle dado mas caña» pero es que no es un disco al uso. No es que se hayan puesto a trabajar en canciones como siempre, sino que lo hacen con muuuucha influencia de las ciudades que vistan, siendo los Foo y Texas, los Foo y Seattle, los Foo y New Orleans… Amigos, que no se nos vaya de las manos la crítica hacia este disco y sepamos lo que estamos escuchando.

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    • Novalive dijo:

      Gran aportación, amigo. Pienso que si el disco hubiera sido una especie de continuación del Wasting Lights, habría contentado pero acercándose más al «me conformo porque es el sonido que me gusta» que al «lo flipo en colores con estos tíos». Foo se la ha jugado con este disco, han querido hacer un verdadero compendio de los elementos que más les ponen de la diversa música americana (como bien has dicho) y, en mi opinión, han ganado de lleno. Sí, no es su disco más cañero, y tampoco es el que ha tenido un single en el numero del Modern Rock Tracks durante dieciocho semanas. Pero es una rama nueva en el árbol musical de la banda, una rama nueva fuerte y con la esencia necesaria para hacer un disco de notable.

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